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Mis años en San José del Parque: Julio Guinea Bonillo promoción 2006/2007

Alumni San José del Parque

En Alumni San José del Parque, lo más importante sois vosotros, vosotros sois la historia del colegio y queremos que nos contéis vuestras experiencias en el colegio y fuera de el.

Para ello vamos a utilizar dos formatos: entrevistas y testimonios. Estaremos encantados de poder entrevistaros y de publicar vuestros testimonios. ¡Animaros a compartir con Alumni vuestra historia y cómo ha influido SJP en ella!

Julio Guinea Bonillo, promoción 2006/2007 de San José del Parque, estrena la sección de testimonios. ¿Conocemos juntos a Julio? Esperamos que os guste y gracias Julio por compartirlo con nosotros.

Testimonio de mis años en San José del Parque

Julio Guinea Bonillo

Prof. Universidad Rey Juan Carlos

Prof. Universidad Europea de Madrid

San José del Parque significó el lugar donde encontré mi vocación por la Historia, en un periodo de mi vida centrado en el aprendizaje, el estudio de diferentes materias, el primer contacto con el conocimiento y el saber en un grado suficientemente profundo. Un centro que sobresalió por la gran calidad humana de su cuerpo docente, vital para la consolidación de mi personalidad.

Recuerdo el curso en el que me incorporé al colegio, era 5º de primaria, corría el año de 1999 y estábamos a punto de comenzar una nueva etapa de la integración europea, con la puesta en marcha de la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria. Mi tutor fue Jesús Llorente, un señor mayor, con gesto circunspecto, pero cuya paciencia infinita le llevaba a escribir, cual amanuense medieval, en una pizarra de 4 o 5 metros, lecciones enteras con conocimiento que desbordaba las fronteras de los libros de texto y que a él siempre le parecían muy escuetos. Dónde quedaron ya estas verdaderas obras de arte efímeras ante la modernidad, con tanta Tablet y Power Point, que duraban una tarde y le consumían buena parte de su descanso del recreo tras el almuerzo, para que cuando llegáramos a la clase tuviéramos la información a nuestro alcance. Con especial cariño pienso en la materia de Conocimiento del Medio, aquella asignatura de primaria donde se incorporaba naturales y sociales en un mismo libro y que en la ESO se desdoblaban. Tras tantos cambios legislativos ya uno no sabe si esa materia se mantiene, pero es vital seguir robusteciéndola, incluso añadiendo valores cívicos, que hoy la juventud los necesita enormemente.

San José del Parque en esos años fue una etapa de adaptación porque yo vine de otro colegio y pronto me vi integrado en la realidad de los grupos. Los compañeros los fui manteniendo durante todas las etapas de la escolarización, la ESO y el Bachillerato. En los distintos momentos que viví sería injusto no citar alguno de los profesores con más carácter que marcaron de una u otra manera mi experiencia. Sin ánimo de ser exhaustivo, me gustaría recordar a la profesora Alicia de inglés en primaria, y lo exigente que era en sus clases; las de lengua con María José, que nunca le faltó un momento para recomendarme una buena lectura o corregir los resúmenes que me mandaba; Ortega con las Matemáticas y sus interminables ecuaciones; Pascal con el Francés y el momento de la firma de sus exámenes por nuestros padres, Nieves con sus extraordinarias clases de Historia e Historia del Arte, Beatriz con sus vívidas explicaciones sobre la Biología y la Geología, José López con Geografía o Ricardo con las de Economía… fueron docentes que enseñaban con vocación y con espíritu de entrega, como bien lo hizo Marcelino Champagnat con sus primeros alumnos en el Hermitage, lugar al que por cierto visité junto al Hermano Manuel Mesonero, pasando por allí unas semanas de ejercicios espirítales, acudiendo a La Valla y a otros lugares por los que forjó Marcelino su proyecto, como el Santuario de Fourvière, desde el que un 23 de julio de 1816 confirmaría su promesa de constituir la Sociedad de María. 

Igualmente, fueron enormemente importantes los Hermanos Maristas, que les empecé a ver en la ESO, siendo de lo más cordiales; como el Hermano Benito en Religión o Geografía, el Hermano Carmelo en Biología, Pedro Luis en Lengua, Mesonero en Religión, Olegario y Miguel Ángel en Historia. Nunca les faltaron palabras de ánimo, con su carácter enormemente bondadoso, y firme, que se hacía notar en sus lecciones. Especialmente, con Pedro Luis, con quien no hubo clase en 4º de la ESO donde no nos narrara una historia, destacando moralejas de lo más variadas que nos ayudaran a entender la realidad en la que vivíamos y en la que nos tocaría vivir.

San José significó una experiencia preparatoria para la vida, enormemente gratificante, aun cuando me costasen las recuperaciones de algunas materias, porque la parte positiva, desde los compañeros, los docentes, los festivales y las fiestas que en San José se organizaban, como las jornadas deportivas del día de Champagnat hasta el mes de María, en el que se celebraba todos los días de mayo una misa en agradecimiento a la Buena Madre y que culminaba el mes con una gran ceremonia en los patios, convirtiéndose en un elemento de hermanamiento fraterno entre todo el alumnado del colegio, desde los más pequeños a los más mayores.

Un espíritu que se mantiene vivo durante nuestra vida, en el que podemos buscar refugio y apoyo a la hora de responder ante las contingencias del día a día, porque como mencionó el antiguo Alcalde de Madrid, Álvarez del Manzano, quien fue responsable de entregarnos la orla el día de nuestra graduación, nuestro futuro nos depararía momentos amargos y dulces, pero siempre podríamos tener la certeza de que el saber, y sus valores allí incorporados, nos iba a acompañar toda nuestra vida.

A la vista está de que, sin duda, así ha sido; desde perder el miedo escénico con los Musicales de Juan Carlos, hasta las representaciones de Teatro que en el 2005 realizamos, coincidiendo con el cuarto centenario del Quijote, cuando nos tocó recitar aquellas bellas frases cervantinas a mi compañero Rubén de la Fuente y a mí “Mire vuestra merced, que aquellos que allí se parecen no son  gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las  aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino…” y luego interpretaríamos a final de curso la última obra de Molière, El Enfermo  Imaginario, en la que el propio dramaturgo murió representándola, el 17 de febrero de 1673. Actividades que me han ayudado a sacar agallas para hablar en público, desde los discursos políticos improvisados en campaña, cuando fui candidato a las elecciones del Parlamento Europeo de 2019, hasta en las clases o Conferencias que tengo que impartir hoy en las Universidades.

Siento que San Marcelino y la Buena Madre me han acompañado en todos los avatares de estos años, desde que finalicé los estudios en el colegio. Prueba de ello son mis años en la Universidad, los de voluntariado con los enfermos en Lourdes o de estudios en el extranjero, concretamente en Oxford, donde he conocido a excelentes personas que me han brindado nuevas oportunidades, para proyectarme en el campo de la educación. Hoy me siento ilusionado porque hay nuevas metas y nuevas mentes que llegan a la Universidad con deseo de saber y conocer críticamente, por lo que desde esas aulas se puede hacer mucho en favor de las próximas generaciones, de la misma manera que lo hicieron los docentes que nos dieron clase a la generación del 89, dejando una huella indeleble.

El año en el que terminé los estudios fue la promoción del 2006/2007 y mi profesión actualmente es profesor de History of International Relations, Historia de la Integración Jurídica Europea o Ética en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, así como de European Union Law, Derecho Diplomático y Consular, y Derechos Humanos en la Universidad Europea de Madrid. Soy Licenciado en Historia y Graduado en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Unión Europea en el CEU y Relaciones Internacionales y Diplomacia por la Escuela Diplomática de España. He defendido mi tesis doctoral en 2018 en la Universidad a Distancia de Madrid sobre La articulación jurídica de la Política Exterior y de Seguridad Común y de la Política Común de Seguridad y Defensa y acabo de publicar un libro en Aranzadi sobre la Historia de la Política Exterior de la Unión Europea (1969-2019), donando un ejemplar al Colegio, para que los más jóvenes puedan hacer lo mismo que hice yo en su momento, acrecentar su europeísmo y su saber, cuando iba a la biblioteca del colegio a leer esos maravillosos libros con los que aprender y esparcir la mente con la Historia, el Arte y la Literatura.

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